El intendente de Lambaré, Guido González, lanzó una campaña de desinformación para engañar a la ciudadanía. En un intento desesperado por desviar la atención, acusa falsamente a ciertos concejales de boicotear las sesiones de la Junta Municipal. Pero los documentos prueban lo contrario.
Los verdaderos responsables de la falta de quórum son los concejales de la Vieja Guardia, fieles aliados del intendente. Víctor Silvera, Adolfo Lezcano, Titito Segovia, Rodolfo Britez Noblia, Arturo Toñanez y el liberal Lorenzo Mendieta han faltado sistemáticamente a las sesiones o las han abandonado para evitar decisiones clave. Con su ausencia, han frenado proyectos esenciales para la ciudad.
A pesar de cobrar puntualmente sus salarios, estos concejales no cumplen su labor. Mientras tanto, González intenta culpar a quienes sí asisten y trabajan por Lambaré. Su estrategia es clara: proteger a su grupo político y desviar la atención de su propia inoperancia.
Ante esta acusación falsa, los concejales que sí cumplen con su deber tomaron acción. Enviaron a una escribana para que el intendente se rectifique o ratifique sus declaraciones. Sorprendentemente, González se ratificó, aunque la documentación oficial lo contradice por completo. Además, la situación fue comunicada a la Contraloría General de la República, donde se presentó una denuncia por Cobro Indebido de Honorarios contra estos concejales irresponsables, que cobran pero no trabajan.
Las pruebas están sobre la mesa. Los registros de asistencia no mienten
FUENTE EL CACIQUE FACEBOOK