Oscar Orué, titular de la Dirección de Ingresos Tributarios, explicó que el objetivo del Gobierno no es obligar a las empresas a bajar los precios de sus productos cárnicos, pero sí que exista una competencia leal y justa, y que la realidad económica se traslade al precio final.
«La carne tuvo un aumento que supera el 20% y es un producto que se exporta mucho, por tanto no se ajusta en el escenario actual un aumento de ese nivel, por eso la CONACOM (Comisión Nacional de la Competencia) tendrá un rol fundamental, mediante los insumos y datos que le va a proporcionar la DNIT de modo que dentro de su competencia, pueda determinar si hay alguna práctica conclusiva o de posición dominante para de esa manera artificial establecer precios.
Orué sostuvo que este gobierno defiende el libre mercado, pero cuando hay fallas en ese mercado hay que intervenir, para eso existen herramientas legales que las posee CONACOM. Aclaró que el lucro excesivo no es un delito.