La autodenominada Generación Z concretó ayer su primera manifestación en Asunción para reclamar el fin de la corrupción y la impunidad. La movilización, que reunió a unas 400 personas según datos de la Policía Nacional, estuvo acompañada por un despliegue de unos 3.000 uniformados que bloquearon el acceso al Congreso Nacional y al Palacio de Gobierno.
Pese a que la protesta se desarrolló en gran medida de forma pacífica, se registraron escaramuzas que derivaron en la aprehensión de siete personas, entre ellas una enfermera y dos jóvenes. Los manifestantes denunciaron arbitrariedad y exigieron su liberación inmediata. “Detuvieron a compañeros sin motivo, por hablar en el megáfono. Eso es dictadura”, expresaron.
Con camisetas de la selección paraguaya, pancartas con mensajes como “Basta de corrupción” y consignas contra el presidente Santiago Peña, Horacio Cartes y parlamentarios oficialistas, los asistentes intentaron llegar a la Plaza de Armas, aunque fueron bloqueados por efectivos de la fuerza pública. Recién al caer la tarde lograron avanzar hacia el Congreso, sin incidentes graves.
Las críticas al operativo policial no tardaron en llegar. El senador Rafael Filizzola lo calificó de “ridículo y aparatoso”, sobre todo por la custodia especial frente a la residencia de Cartes. “Si le temen al derecho de los jóvenes a protestar, deben dedicarse a otra cosa”, cuestionó. En la misma línea, el diputado Raúl Benítez sostuvo que el operativo fue “inconstitucional” y “una bofetada a la ciudadanía”.
Durante la protesta se escucharon cánticos como “Cartes, basura, vos sos la dictadura” y “Dictadura nunca más”. También se sumaron personas mayores que acompañaron a los jóvenes indignados. “Estamos aquí porque a cualquiera de nosotros pueden detener por ejercer el derecho a protestar”, expresó Pastor Filártiga, uno de los asistentes.
Ya entrada la noche, los manifestantes recorrieron las calles Palma y Chile hasta llegar al Panteón de los Héroes, donde recibieron aplausos de transeúntes y comensales de locales cercanos.
Los organizadores aseguraron que este es solo el inicio de un proceso de movilización permanente. “No vamos a parar hasta ver cambios”, afirmaron.