La diputada nacional Johanna Ortega salió al paso de las acusaciones vertidas por el senador Javier Zacarías Irún, quien afirmó que el esposo de la parlamentaria, Diego Céspedes, ocupaba un cargo como «coordinador de adquisiciones» en la Municipalidad de Ciudad del Este. Ortega desmintió categóricamente las afirmaciones, asegurando que el supuesto puesto «ni siquiera existe» en la estructura municipal, y anunció que iniciará acciones legales contra el legislador colorado por lo que califica como una campaña de difamación.
El pasado 23 de mayo, Zacarías Irún, a través de sus redes sociales, señaló que Céspedes había sido contratado en la Municipalidad de Ciudad del Este por un monto de 17.500.000 guaraníes, sugiriendo que esta relación laboral explicaba la defensa de Ortega al intendente Miguel Prieto.
Ortega refutó estas afirmaciones, destacando que su esposo «nunca fue funcionario municipal, ni proveedor de la Municipalidad de Ciudad del Este. No fue, ni es».
La parlamentaria fue más allá al señalar que el cargo mencionado por Zacarías Irún ni siquiera forma parte del organigrama municipal. «Lo paradójico es que ese cargo que pusieron ahí, como coordinador de adquisiciones, ni siquiera existe en la Municipalidad de CDE», afirmó.
Además, aseguró que su esposo no está involucrado en actividades políticas ni es militante de ningún partido, lo que desmiente cualquier intento de vincularlo con la gestión de Prieto.
Una campaña de «mentiras y difamación»
Ortega calificó las declaraciones de Zacarías Irún como parte de una estrategia sistemática para desprestigiarla y silenciar su voz disidente. «Es una mentira que fue instalada a propósito y es el principio de un proceso judicial», expresó, anunciando que su escribana se presentaría poco después del mediodía para exigir que el senador se ratifique o rectifique en sus dichos.
«Desde el miércoles comenzaron estos ataques de forma sistemática, porque no lo ha hecho solo el senador. A partir de sus publicaciones esto se ha difundido ampliamente en las redes sociales y esto causa un daño profundo», agregó.
La diputada también denunció que estas acusaciones no solo buscan atacarla a ella, sino también a su familia, un modus operandi que, según ella, es típico de las mafias. «Buscan amedrentar a las familias que trabajamos, a las familias que soñamos con un Paraguay distinto al que ellos diseñan en el quincho», enfatizó, en una clara crítica al círculo político de Zacarías Irún.